El confinamiento debido al COVID-19 ha supuesto una oportunidad para que las empresas comprueben la eficacia del teletrabajo dentro del mercado laboral español. A lo largo de los años, muchos fueron los defensores, pero pocas las empresas que se decidieran a apostar por ello.
El teletrabajo en España no lograba despegar por diversos motivos, como por ejemplo la falta de un marco regulador, el miedo a un posible bajo rendimiento del trabajador o trabajadora o incluso dificultades en las comunicaciones. Estos factores han generado que la tendencia del teletrabajo en España haya sido lateral y apenas haya experimentado crecimiento a lo largo del tiempo, como podemos observar en el siguiente gráfico.
Fuente: epdata.es
Sin embargo, a raíz de la aparición del virus y el comienzo de las restricciones de movilidad, se ha producido un incremento sin precedentes de este sistema. Desde mediados del mes de marzo hasta la fecha, se ha disparado el porcentaje de la población ocupada que desempeña sus funciones desde casa.
Teletrabajo en España antes y después del Covid-19
Podemos hacerlo más visual si decimos que 1,43 millones de personas, en España, ya se han acogido a esta metodología de trabajo, que, además, cuenta con mayor peso según su distribución geográfica. En primera posición se encuentra Madrid, con casi 900 mil trabajadores y trabajadoras que desarrollan sus actividades desde sus hogares; le siguen Cataluña, con un 24%, y País Vasco y Navarra con un 23%, mientras que en el resto de las comunidades no se han registrado porcentajes cercanos a la media nacional. El teletrabajo en el sector público también ha superado el porcentaje del casi 7% que tenía en 2019, siendo la Agencia Española de Protección de Datos una de las que lo ha incorporado con mayor éxito.
Si realizamos una breve comparación con los datos de teletrabajo obtenidos en 2018, vemos que el escenario era muy diferente. La media nacional se situaba en el 7,4%, siendo la Comunidad de Madrid la que contaba con mayor representación con un 9,7%, seguido por Andalucía (8,2%), Comunidad Valenciana (8,0%) y Cataluña (5,3%). Resulta sorprendente como ha crecido esta modalidad observando los valores de 2018 y comparándolos con los actuales. Además, destaca la magnífica capacidad de adaptación que han tenido las empresas en algunas zonas como la Comunidad de Madrid o, por el contrario, el poco impacto que ha tenido en otras como la Región de Murcia.
Viendo estos datos, la principal pregunta que nos viene a la mente es la siguiente; ¿por qué hay estas diferencias entre zonas y qué factores influyen? Un estudio realizado por BORROX nos muestra cuáles son las principales desventajas que encuentran las empresas a la hora de incorporar el teletrabajo en el día a día de sus empleados y empleadas. Este estudio se basa en empresas que por su actividad podrían aceptar este sistema de trabajo, pero se muestran reticentes por diversos motivos.
La conclusión que se deriva de esta situación en materia de teletrabajo es que, sin duda, estamos ante un cambio en la filosofía de trabajo y que difícilmente habrá marcha atrás. Futuros pasos ayudarán a pulir los factores que comentábamos anteriormente para hacerlo más eficiente. Llegados a este punto, podemos decir que el teletrabajo ha llegado con fuerza para quedarse e incorporarse, en la medida de lo posible, a nuestras vidas.