Según las necesidades de cada compañía (tamaño, sector o nivel de internacionalización), su ciclo de vida o su situación concreta se deben seleccionar las opciones más adecuadas en cada caso. Lo más importante es diversificar las fuentes de financiación y buscar alternativas estables y eficientes.
Cualquier estrategia empresarial debe tener como objetivo prioritario el mejorar las fórmulas de financiación de la empresa. Las restricciones de las fuentes habituales han supuesto un duro golpe para muchas PYMES durante estos años difíciles. La falta de liquidez acabó con muchas de ellas. ¿Las causas? La alta competencia en el mercado, la morosidad o las limitaciones de los bancos para conceder créditos.
A falta de un entorno económico más estable, que permita afrontar retos más ambiciosos, la mayoría de las PYMES optan por defender su posición y solvencia en el mercado manteniendo a salvo la actividad corriente. Por eso, la demanda más habitual de financiación del negocio se centra en cubrir el capital circulante para tener capacidad de maniobra en las operaciones a corto plazo.
Necesitamos un entorno económico más estable para afrontar retos más ambiciosos. Mientras tanto, la mayoría de PYMES optan por defender su posición y solvencia en el mercado, manteniendo a salvo su actividad corriente.
¿Qué opciones tenemos para financiar una PYME?
En la búsqueda de liquidez hay distintas soluciones para cada circunstancia o momento.
Financiación tradicional bancaria
El sector bancario ha monopolizado casi en exclusiva la financiación a empresas durante mucho tiempo. Hoy en día, es un recurso muy inestable porque la banca está muy expuesta a la rígida regulación europea. Además, la dependencia de una sola vía de crédito es muy peligrosa. Diversificar las fuentes de financiación es algo que ya no se cuestiona. Los productos bancarios ya tienen buenos competidores en casi todas las áreas.
Los medios tradicionales de financiación más habituales son:
- Préstamos. Especialmente destinados a planes a largo plazo. Permite devolver el dinero (principal e intereses) de forma paulatina a lo largo de varios años.
- Línea de crédito. Es un capital que una entidad financiera pone a disposición de una empresa. Ésta paga sólo por lo que utiliza.
- Leasing o renting. Arrendamientos financieros que permiten utilizar un bien o un equipo pagando solo cuotas mensuales con una opción de compra al final.
- Servicio completo de gestión de cobro para las PYMES. Administra y reclama los cobros pendientes, financia los anticipos de facturas y ofrece cobertura de riesgos en caso de impago.
Descuento comercial
El crédito comercial es una vía muy utilizada en las relaciones comerciales entre empresas. Son cada vez más las que solicitan a sus proveedores aplazamientos en los pagos para alcanzar acuerdos. Los vendedores se exponen a un riesgo claro de falta de liquidez hasta que no se cobra la factura. El anticipo de facturas se convierte así en una solución de financiación a corto plazo, viable y rápida.
Para esta operativa, el descuento de pagarés es el medio más adecuado. Los pagarés son un documento de confianza como garantía de pago. Es la mejor vía para negociar con una entidad financiera su cesión a cambio del anticipo de las facturas asociadas. Es una operativa muy práctica: todo el coste de la operación se descuenta en el momento de recibir el dinero. No presenta más inconvenientes para las PYMES.
Esta es una actividad normal en los servicios de factoring pero no es exclusiva de ellos. El descuento de pagarés solía ser patrimonio de los bancos. Ahora, Borrox cuenta con la especialización en este tipo de operaciones para lograr una gestión eficiente y con un coste más asequible y competitivo.
Financiación alternativa
La financiación alternativa abarca diferentes opciones, todas ellas vinculadas a nuevos modelos y formas de entender las finanzas. Los ejemplos más comunes son:
- Crowdlending: hereda la fórmula social del crowdfactoring (financiación múltiple) adaptada al mundo empresarial. Ofrece plataformas abiertas que conectan las necesidades de las PYMES con los intereses de inversores particulares. Suelen gestionar préstamos, líneas de crédito o descuentos comerciales.
- Préstamos participativos: inversores que prestan dinero a cambio de un porcentaje en el beneficio de la empresa.
- Business angels: personas que financian proyectos empresariales en los que pueden tener algún interés concreto. Aparte de con dinero, pueden contribuir con conocimientos y contactos. La compensación por ello es totalmente libre.
- Sociedades de capital riesgo (o capital venture). Asumen más riesgo pero lo compensan al financiar empresas con alto potencial de crecimiento.
Ayudas oficiales
Las instituciones públicas también tienen su papel en la financiación de negocios. Van desde subvenciones a fondo perdido a préstamos con interés reducido. Entre estos últimos están el Instituto de Crédito Oficial (ICO) o las líneas FEI (Fondo Monetario de Inversiones) de la Unión Europea.