En este artículo repasaremos las opciones de financiación para empresas en crisis ¿Eres director Financiero de una PYME? ¿Un industrial autónomo que trabaja para una constructora? o quizás seas el administrador de una empresa familiar, este artículo te interesa.
Esta publicación no pretende ser un manual de máster de escuela de negocios, sino una aproximación práctica a las diferentes realidades que nos vamos a encontrar cuando una empresa entra en crisis, y sus diferentes soluciones.
Cuando la empresa entra en barrena
Es un hecho que las empresas están sujetas al contexto socio-económico, al entorno cambiante, cualquier empresario tendrá que hacer frente a lo largo de la vida de su empresa, a una (o varias) crisis. Puesto que los ciclos económicos afectan a todas en mayor o menor medida, independientemente de su tamaño.
Cuando explotan delante de nuestras narices suele ser por la combinación de estos factores externos (contexto económico) con los internos , es decir, la (no adecuada) gestión de nuestra compañía.
Una buena gestión no será todo lo que necesitemos para salir del atolladero, pero sin ninguna duda será condición necesaria. En estos días que nos ha tocado vivir una crisis global generada por la pandemia del COVID-19 (Marzo 2020), véase como las empresas están reaccionando ante la situación de emergencia generada. Unas han reaccionado ajustando costes de producción, otras se habrán visto en la tesitura de subir precios para incrementar márgenes, otras tendrán que aplicar ERTE’s para reducir personal.
Cada una de estas decisiones dependerá del sector de actividad en el que se encuentren así como el grado de afectación.
Pero todas ellas tendrán que tomar decisiones.
Decisiones relativas a la gestión interna de la empresa para defender su beneficio, y que por lo tanto, determinarán su futuro.
Cómo saber si una empresa está en crisis
Para empezar a actuar, tendremos que hacer un diagnóstico. ¿Cómo estamos? ¿Qué dice muestro balance? ¿Cómo podemos actuar ante la crisis?
Definiremos aquí 7 problemas que, sin duda, pueden atajarse con previsión y una gestión adecuada.
Podríamos haber actuado con anticipación, pero ahora ya es demasiado tarde, así que nos tendremos que poner manos a la obra.
Los 7 problemas más habituales que nos permitirán identificar si una empresa está en crisis (o va camino de ella):
1-Falta de ingresos (Disminución de la facturación).
Una cifra de ventas insuficiente hará temblar los cimientos de la compañía. Si nuestra empresa se encuentra en un nivel de ventas insuficiente cuando la crisis estalla, estamos delante de un problema importante de difícil solución en un entorno de contracción de demanda. Necesitamos planificar la actividad comercial a futuro para intentar mejorar ese resultado, así como desarrollar nuevos productos que cubran necesidades presentes.
2-Ventas sin margen.
Forzar la máquina del volumen de ventas, lleva en muchas ocasiones a sacrificar el margen, lo que se traduce en bajar la productividad (más trabajo, más gestiones y menos retorno) Si nos encontramos en esta situación al estallar la crisis, tendremos que replantear nuestra cartera de productos y priorizar aquellos que dejen más margen, sobre todo si, además, optamos por otras medidas como la reducción de personal.
3-Exceso de inversión.
Éste es un problema muy complicado de solucionar una vez la crisis llega a nuestra puerta. Máxime cuando ésta es imprevista. Si hemos acometido inversiones en previsión de una cierta actividad futura, y de repente ésta se paraliza, no nos quedará más remedio que estudiar nuestro inmovilizado para redimensionarlo de la mejor forma posible
4-Costes de estructura sobredimensionados o con extremada rigidez.
Si los costes fijos de mantenimiento de estructura de la empresa son muy elevados, cuando una crisis se avecina deberemos tomar decisiones drásticas (Es cuando cobra mayor importancia la buena gestión en época de bonanza). Fundamental discernir entre los gastos de explotación imprescindibles para desarrollar la actividad de la empresa, de aquellos que no lo son.
5-Beneficio engañoso; muy dependiente de la partida de ingresos extraordinarios.
Si los Beneficios que ha venido dando nuestra empresa, son fruto de actividades no ordinarias de la compañía (Ejemplos; venta terrenos, de la nave industrial de nuestra fábrica, dividendos fruto de inversiones en otras empresas…) podemos estar delante de un problema de supervivencia real de difícil solución.
6-Exceso de deuda; la empresa no es solvente.
Si la empresa se encuentra con un exceso de deuda a largo plazo, solo tendremos 3 opciones;
- Ampliar el capital de la empresa (los socios tendrán que inyectar dinero en la compañía).
- Reducir dicha deuda con Bancos, Proveedores u otros acreedores.
- Renegociar la deuda con a largo plazo con los acreedores.
7-Falta de liquidez para afrontar los pagos a corto plazo.
El manejo del Fondo de maniobra es clave. Hemos de intentar que nunca sea negativo. Dicho de otra forma, poder cobrar las facturas de nuestros clientes, antes de hacer frente a los pagos. Si en situaciones de funcionamiento normal de la economía, éste ya es un aspecto complicado de gestionar, cuando la crisis aparece, se transforma en el mayor de los problemas.
De entre los retos más acuciantes que tendrá un departamento financiero en tiempos de crisis será el de estudiar a conciencia su fondo de maniobra y encontrar como financiar su cartera de clientes y proveedores.
Cómo sacar adelante una empresa en crisis. La falta de liquidez y sus soluciones
Ya hemos visto que cuando una empresa entra en crisis hemos de reaccionar con rapidez y agilidad solo de esta manera podremos sacarla a flote y seguir con su actividad ordinaria. Las crisis son todo un reto para el empresario o el pequeño autónomo, así como para los equipos financieros de las compañías, que han de cuadrar las cuentas haciendo auténticos equilibrios según la situación.
La renegociación de la deuda a largo plazo es una de las opciones de financiación más socorridas, siempre y cuando nuestra empresa tenga un endeudamiento excesivo (y siempre que la Banca esté receptiva a esa renegociación). Pero la solvencia no es un problema mayoritario o al menos no podemos establecerlo como tal debido a que depende del apalancamiento de la compañía y no exclusivamente de su actividad o negocio.
La importancia de la liquidez
Los problemas de liquidez afectan al 93% de las empresas en períodos de crisis.
Y además, pueden agravarse, puesto que el período medio de cobro y el período medio de pago, se incrementan, generando auténticas tensiones de tesorería, muy difíciles de gestionar en entornos donde los retrasos y la morosidad tienden a incrementarse.
¿Cómo poder atender a los pagos a corto plazo si estamos cobrando (más) tarde?
Conseguir liquidez a través de la cartera de clientes es la forma más rápida y sencilla. El Anticipo de Facturas es el producto financiero estrella en este sentido, puesto que permite anticipar el cobro, engordando así nuestra tesorería para hacer frente a la gestión diaria.
Financiación alternativa en tiempos de crisis
Al analizar el panorama de los proveedores financieros tradicionales (Banca) en situación de crisis surgen una serie de situaciones que nos encontraremos a la hora de plantear cualquier operación.
–Criterios de riesgo bancario más exigentes: la situación es extraordinaria, la morosidad estará repuntando, por lo que los criterios suelen ser más restrictivos.
–Estudio exhaustivo de la situación de tu empresa: se evaluará CIRBE, las cuentas, entre otros indicadores.
–Demora en los estudios de riesgo de la operación debido a la sobrecarga de trabajo.
–Endurecimiento de garantías y condiciones contractuales: Hace más probable y obligatorio para conseguir liquidez caer ante la venta cruzada de productos.
En este contexto como podemos observar, la banca podrá ofrecer soluciones de canalización de liquidez desde otras vías; Préstamos ICO, Líneas de Avales, pero (siempre hay un pero) si nuestra empresa necesita agilidad y rapidez la solución es la financiación alternativa.
La financiación complementaria a la banca juega un gran papel cuando nuestra empresa entra en crisis, puesto que desde su razón de ser hasta la operativa están enfocadas en la solución del problema, gracias a la superespecialización en el producto.
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