La Administración Pública puede ser un auténtico estímulo para las PYMES españolas.
Si apostamos por este camino, habrá que tener en cuenta aspectos como las condiciones, tipos de contratos, procesos de licitación, y ventajas e inconvenientes. Aunque, debido a algunos trámites burocráticos y su influencia en la comunicación, se puede alargar la aprobación de ciertas propuestas.
Estos son algunos de los sectores más comunes en los concursos del sector público:
· Administrativo especial
· Contrato de Obras
· Concesión de obras públicas
· Gestión de servicios públicos
· Colaboración entre el sector privado y público
Si tu actividad se engloba en uno de estos sectores, atento a estas ventajas y desventajas que ofrece el trabajar con el sector público.
Ventajas de trabajar para el sector público:
· La Administración es un cliente grande, con muchas necesidades, tanto a nivel autonómico como local, puesto que siempre va a haber nuevos proyectos. Asimismo, una vez que se ha trabajado para ella es más fácil volver a hacerlo.
· La documentación presentada ante una licitación pública, generalmente, es la misma que se requiere para cualquier otra licitación, por lo que se pueden utilizar los mismos documentos para presentarse en futuras convocatorias.
· El sistema de licitaciones está creado para fomentar la competencia entre las personas físicas y/o jurídicas que están en condiciones de contratar con la Administración Pública, por lo que las PYMES tienen la posibilidad de competir con grandes empresas que ya hayan trabajado en anteriores ocasiones.
Desventajas de trabajar para el sector público:
· Los plazos de pago suelen ser extremadamente largos. La Administración tarda entre 60 y 120 días en pagar las facturas de sus proveedores. Esto supone un problema para empresas que necesitan un flujo de caja más líquido para mantener su negocio a flote. Haz clic AQUÍ si estás interesado en este apartado.
· La satisfacción del cliente, en este caso la Administración, aunque ayuda, no garantiza volver a ser contratado. Se tendrá que presentar a nuevas licitaciones en igualdad de condiciones que el resto de las empresas interesadas.
· Los contratos son rígidos e inflexibles. Por ello, se ha de cumplir con lo definido en la propuesta, sin posibilidad de negociación. Los cambios de presupuesto son inviables, por lo que la PYME se debe ceñir al contrato firmado en primera instancia.
En resumen, destacamos los dos grandes problemas de las PYMES españolas en este sentido. El seguimiento y la gestión de las facturas, y el poder disponer de la liquidez necesaria para afrontar los plazos de pago. En este sentido, el Gobierno lanzó hace poco la plataforma FACe -el Punto General de Facturas Electrónicas del Estado-, donde las PYMES podrán hacer la gestión y el seguimiento de las facturas de la Administración. Por otra parte, para hacer frente a los plazos de pago, muchas PYMES acuden a plataformas de financiación externas especializadas en la Administración, como Borrox, para contratar servicios como “Anticipo de Facturas” o “Descuento de Pagarés“.
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